10.5 GENÉTICAS
Los avances en el conocimiento del genoma humano están detectando la base molecular de centenares de enfermedades genéticas mono génicas, en forma de mutaciones puntuales, deleciones, amplificaciones de tripletes, etc. Este conocimiento se está aplicando en forma de pruebas genéticas (análisis de ADN) en el diagnóstico de esas afecciones (al 25 de septiembre de 2000, la base de datos de Genetests registraba 774 enfermedades diagnosticables por análisis del ADN). Estas pruebas genéticas pueden aplicarse a: a) individuos sintomáticos, para confirmación diagnóstica; b) embarazos en riesgo genético para alguna de estas enfermedades (diagnóstico fetal); y c) individuos asintomáticos, pero cuya historia familiar los pone en riesgo de desarrollar una enfermedad genética en el futuro (diagnóstico presintomático).
Por otra parte, se están detectando mutaciones génicas que otorgan una susceptibilidad individual o predisposición para contraer alguna enfermedad común del adulto de origen multifactorial, como los cánceres de mama, de próstata o de colon, la arteriosclerosis coronaria, la hipertensión arterial, la epilepsia, la diabetes y muchas otras. Esta lista está aumentando a diario, a medida que van realizándose investigaciones genéticas en poblaciones especiales, como parte del proyecto del genoma humano. Dado lo reciente de estos desarrollos y la escasez de datos fidedignos sobre validez y utilidad clínicas de las pruebas de predisposición, aún no existen normas o lineamientos clínicos adecuados para su aplicación. Su introducción prematura en el mercado genera problemas médicos y éticos de gran magnitud.
En esta presentación analizaré algunos aspectos relacionados con las principales aplicaciones "predictivas" de las pruebas genéticas, es decir cuando se aplican a personas sanas o cuando se desconoce el fenotipo, como es el caso del diagnóstico prenatal. Las pruebas genéticas tienen ciertos atributos que definen criterios para analizar sus posibles beneficios y riesgos en la práctica. El primer atributo es su validez analítica, es decir cuál es la performance de la prueba en el laboratorio. Componentes de la validez analítica de una prueba de ADN son su sensibilidad (capacidad de detectar una mutación si está presente), su especificidad (que la prueba sea negativa cuando la mutación está ausente), su certeza (probabilidad que el valor medido esté en un rango predeterminado) y su confiabilidad (probabilidad de obtener el mismo resultado consistentemente). Si bien estos son atributos propios de cada prueba, es obvio que además importan las características del laboratorio y sus técnicos. Por ello es tan importante la acreditación de laboratorios que efectúan análisis de ADN y el control de calidad de las pruebas.
Un segundo atributo de una prueba genética es su validez clínica, es decir la certeza con la cual la prueba de ADN diagnostica o predice el riesgo de una enfermedad en la práctica clínica. La validez clínica de una prueba incluye su sensibilidad clínica (probabilidad que la prueba sea positiva en pacientes que tienen la enfermedad), especificidad clínica (probabilidad que la prueba sea negativa en pacientes sin la enfermedad), valor predictivo positivo (probabilidad que las personas con pruebas positivas desarrollen la enfermedad) y el valor predictivo negativo (probabilidad que las personas con resultados negativos no manifiesten la enfermedad.
BIBLIOGRAFIA:
www.uchile.cl/.../pruebas-geneticas-predictivas-aspectos-medicos-etic...
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